¿Sueñan los libros digitales con números reales?

Posted on | martes, 31 de agosto de 2010 | 2 Comments

Números reales

Hace ya unos días, en un grupo de LinkedIn llamado Editorial & Media 2.0, estamos teniendo una reflexión, como le gusta llamarle a David, sobre si la industria editorial está encarando bien el nuevo negocio de los soportes digitales. La verdad es que hay bastante revuelo sobre este tema, y no estoy hablando solo de los libros, esto abarca a toda la industria editorial. David escribía en el grupo "Una de las mejores cosas que nos trae Internet y el mundo 2.0 es que ahora tenemos el "mando" de verdad y podemos elegir lo que queramos", pero mi sensación no es la misma, o por lo menos la afirmación no me termina de convencer. La verdad es que el hecho de que no exista un formato y un sistema de DRM (Digital Rights Management, gestión de derechos digitales) estandarizado hace que uno este atado a su lector de eBooks como si fuera un prisionero de él y eso me supone que la libertad de elegir esta cercenada por los acuerdos entre aquellos que tienen las licencias y los nuevos drugstores digitales.
A raíz de esto me puse a pensar ¿pero cuanta libertad de elegir me da el hecho de tener un lector de eBooks? Entonces entré a Amazon y busque cuántos títulos en tapa blanda tenia disponible a la venta, la respuesta llego rápido 13.439.379. El siguiente paso era obvio buscar de cuantos títulos en eBook disponía Amazon a la venta y la respuesta fue 415.009, esto solo representa el 3% de lo disponible en papel, no parece mucho. Hay que tener en cuenta que todos los títulos sin copyright están dentro de ese 3%. Por las dudas también busque cuantos títulos se vendían en PDF y resulto ser 370.701, esta cifra también representa un casi 3%. La plataforma Kindle lleva tres años operando y hasta el momento es la más exitosa en venta de eBooks pero ¿solo logro digitalizar un 3% de los libros que posee a la venta en ese tiempo? Por supuesto que este 3% puede representar mucho más que un 3% de las ventas. Según Amazon, comparando las ventas de un mismo título, mientras que el digital vendio 180 ejemplares la edicion en tapa dura vendio 100. Pero ahí está el truco, la comparación es sobre los libros de tapa dura y no se incluye los de tapa blanda ni los usados. Esta cifra solo dice que en proporcion se vendieron mas digitales pero no aclara nada sobre si la venta del libro en papel decayo, o si el digital es mas o menos rentable.
Si es tan cierta esa sensación que describía David en el común de la gente me pregunto ¿cuanto supone el marketing que cuesta ese beneficio? Decidi hacer pequeño un experimento. Tomé el último bestseller en eBook que tiene Amazon. El libro "The Girl with the Dragon Tatto" de Stieg Larsson que se vende a 9,14 U$S en su versión digital, pero en tapa blanda se vende a 7,13 U$S y además tiene envió gratuito dentro de EEUU. Si se analiza un poco detenidamente la versión tapa dura salió a la venta el 16 de septiembre del 2008 y la versión tapa blanda el 23 de Junio del 2009. Estos movimientos se realizan para poder vender la versión digital a un precio elevado pero generando la sensación en el cliente que está comprando algo más barato. Pasemos entonces al que tiene mejor revisión de los lectores, el libro de Timothy Ferris "The 4-Hour Workweek, Expanded and Updated" cuesta en la edición Kindle 11,99 U$S y en su edición tapa dura 12,87 U$S y por supuesto también tiene envió gratis dentro de EEUU. Si esperan un tiempo la versión en tapa blanda tendrá un costo menor que la versión digital. Otro al azar "Remote sensing for Ecology and Conservation" de Horning, Robinson, Sterling, Tuner y Specto que cuesta 48.89 U$S en su versión digital y en tapa blanda 52,10 U$S. En este último caso se lanzaron tapa dura, tapa blanda y digital al mismo tiempo pero la diferencia entre la edición de tapa blanda y la versión digital es solo de 3,11 U$S. Si uno se pone a buscar detenidamente en donde ahorra es realmente cuando compra en digital una edición vieja frente a una nueva de papel. Si huele a humo es que algo se está quemando.



Comments

2 Responses to “¿Sueñan los libros digitales con números reales?”

  1. Julieta Lionetti
    6 de octubre de 2010, 19:07

    Son muy interesantes tus reflexiones, Juan Pablo. Si en algo coincides con David Soler es en ver el panorama solo desde el punto de vista de un consumidor abstracto (o usuario o como esté moda llamársele ahora). A mí me parece que quienes conocemos la industria del libro desde lo puramente editorial deberíamos ofrecerle a nuestros lectores una visión más abarcadora de lo que está sucediendo con la digitalización de contenidos y la aparición de un nuevo paradigma.
    Mis reticencias ante este (y otros) análisis:
    1. Tomar a Amazon como ejemplo de "libertad" cuando todos sabemos (mucho se ha escrito y se escribe sobre el tema) que se trata de un ecosistema cerrado cuyo modelo de negocio se basa en fidelizar al lector por la fuerza.
    2. No decir (y en voz muy alta)que la digitalización de contenidos no depende nada más ni nada menos que de los autores y editores, propietarios de los copyrights. Sin su anuencia, nadie ni nada puede digitalizar y ofrecer contenidos para la venta. Esto último de ofrecer para la venta es importante, para evitar una discusión en falso sobre Google Editions y Google Books, dos proyectos distintos.
    3. Que ningún editor (tradicional) digitalizará contenidos si no ve en ello una ganancia a corto plazo. Especialmente con la economía de escala que ha supuesto la enorme concentración de la industria editorial ocurrida en los 90. Y, por tanto, los porcentajes de digitalización, magros o no, dependen de quienes tienen una posición dominante en las industrias del copyright.
    4. No advertir a tus lectores que desde febrero de 2010 está teniendo lugar una guerra de precios entre Amazon y los Big Six, que dominan toda la industria, mientras Amazon domina el ecommerce a nivel mundial (no solo de libros). Los precios de libros individuales, sin ese contexto, llevan a conclusiones erradas.
    5. No mencionar siquiera que los problemas con los DRMs son trabas puestas por autores y editores (tradicionales), que pretenden conservar privilegios obsoletos en lugar de desarrollar las tecnologías que les permitirían obtener privilegios nuevos, más acordes con una sociedad que funciona en red y en la Red.
    6. No dar el contexto de una economía donde el consumidor se ha integrado a la cadena de valor.
    Dicho esto, comparto contigo la desazón que provocan tantas contradicciones. Lo peor sería que termináramos como la industria de la música: penalizando a los consumidores (o usuarios)y con un solo dueño del cotarro: Apple y su iTunes.
    Para que eso no suceda, soy partidaria de la diversificación infinita, de la digitalización balcanizante, del surgimiento de micro modelos de negocio alternativos, etc., etc. Primero el lector e Internet, después todo lo demás.
    Esa el la tarea que ninguna de las grandes corporaciones llevará adelante.

  2. Unknown
    18 de septiembre de 2013, 8:51

    Me gustó tu análisis y la comparación. Interesante artículo. En mi caso no creo que me desprenda nunca del libro en papel con tapa blanda y hojas que se pueden oler, tocar, marcar, subrayar y que tienen margen para acotar. Todo en forma real.

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